02 mayo 2007

Sin nombre


Supongamos que se llama Deseo. Supongamos
que su cuerpo patinoso hace agua sus ganas.
Supongamos que no me veía cuando la miraba.
Y que no le importó la foto que saqué.
Supongamos que no confíe en los abismos
de sus curvas peruanas.
Y supongamos que le alcance la alegría de hoy
para el resto de sus días.