hacía mucho que no escuchaba la tonada caribeña de Mau. nos reencontramos en la Costanera. yo con las mismas simples cosas que tal vez nunca le conté y ahora sí. él con la profunda herida que una caña de bambú le dejó entre sus costillas, el recuerdo más fresco y húmedo que tiene de su reciente paso por Bariloche. hablamos de la magia de ciertas distancias, de lo bonita y grande que está su niña, Uma. de volcanes y del mar. de lo sucio que está el Riachuelo, del ruido espantoso que hacen los terremotos y de lo ricas que son las pizzas de Los Inmortales. de hongos cubanos. de un amigo que se llevó el mar en Mallorca. y sobre las madres, que nos hacen sentir un poco parecido más allá de las fronteras. me quedo con su frase luminosa, "si quiero transmitir tranquilidad primero necesito sentirla". Y con el deseo de que las cosas buenas pasan. y no por pura suerte.20 diciembre 2007
hacía mucho que no escuchaba la tonada caribeña de Mau. nos reencontramos en la Costanera. yo con las mismas simples cosas que tal vez nunca le conté y ahora sí. él con la profunda herida que una caña de bambú le dejó entre sus costillas, el recuerdo más fresco y húmedo que tiene de su reciente paso por Bariloche. hablamos de la magia de ciertas distancias, de lo bonita y grande que está su niña, Uma. de volcanes y del mar. de lo sucio que está el Riachuelo, del ruido espantoso que hacen los terremotos y de lo ricas que son las pizzas de Los Inmortales. de hongos cubanos. de un amigo que se llevó el mar en Mallorca. y sobre las madres, que nos hacen sentir un poco parecido más allá de las fronteras. me quedo con su frase luminosa, "si quiero transmitir tranquilidad primero necesito sentirla". Y con el deseo de que las cosas buenas pasan. y no por pura suerte.
