02 abril 2007

21:43:15


No por mucho tiempo el brillo da luz. Pienso
que el relámpago del domingo fue claro en su
segundo, por lo efímera que es su vida. Tengo el
tic tac de mis ancestros. Ese reloj que juzgó los
días de mi abuelo, testifica las horas de mi
padre, y me condena inevitablemente a segundos
de sorpresas e incertidumbre. Porque algunas
cosas pasan y otras, definitivamente quedan.