01 septiembre 2008

me experimentó en un tubo de ensayo, me colgó raíces helechos, me puso en lo alto. y desde ahí se balanceó, me estiró los brazos hasta desgarrarme el alma. me lamió las uñas y patinó por mis piernas. le llovieron mis ojos su casa mientras se cubría los pensamientos con una toalla sucia. el piso siempre se mojaba, preciso, injusto, y mucho más cuando se odiaba por lastimarme. sufría sin voz esperanzas afónicas. de eso sí me daba.

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