Otra vez al costado del camino. Esta vez a dar, sin pedir. Y a agradecer.

vinimos a mejorar
a ponerle colores
a adornarnos de veinte maneras
a saborearnos
a destrozarnos y rearmarnos
a sentirnos capaces de hacerlo
a pedir ayuda si no podemos. vinimos a encontranos. a veces a perdernos. otras a aprender a dejarnos ir. vinimos a entender por qué estamos y a aceptar si hay alguien que se fue. vinimos para usar máscaras que diviertan y sólo hagan reir

Mañana bien tempranera, con brisa y olor a flores. Desperezarse. Un café con leche mientras se enciende el motor de mi computadora. Un remolino de viento que viene bárbaro. Un llamado telefónico que arruina mi plan de arrancar el día en silencio y en paz. En un primer intento por revertir la sensación de que vivo mal por la realidad de vivir bien, noto que lo más complicado es no entrar en cortocircuito con los demás.

y mientras tanto, dormís,
y llenás todo con tu paz

mentía sin ojos, sin ver, ciegamente, pero igual mentía. lo hacía sin darse cuenta del horror que había construido a su alrededor. mentía, y más mentía, y más crecía la mentira. y creía, peor, que la única forma de mentir era decir algo distinto a la verdad. ¿empezará alguna vez el necesario y silencioso juicio hacia adentro? se dice que ya no sabe quién es, ni dónde vive, ni con quién. con el tiempo olvidará su propio nombre, y entonces dejará de sentir, de buscar, de soñar. dejará de ser. entre febrero y marzo las fuerzas de la naturaleza organizan la nueva primavera. Ya es tiempo: ¿quién tendrá el coraje de administrar tus nuevas oportunidades?

como un espejo, un reflejo en

el agua, como una coincidencia

y una casualidad juntas, como si

hubieran nacido el mismo día que

se conocieron, como dueños de una

identidad en mitades, ellos iban por

la vida sintiéndose iguales.

fe

es como el néctar de la vida, que encierra
tantos misterios como la muerte. no es
resultadista. por eso cuando existe, alivia.
no le importa para qué, ni cómo, ni por qué.

alguna vez dije

aprendo a conducirme, a comportarme conmigo, a digerir realidades. gano en paciencia, le apuesto mi vida de estos días al tiempo, el único que me ha devuelto algo; será por la fidelidad que nos tenemos a partir de un gran acuerdo: yo le ofrecí eternamente mi verdad.