16 febrero 2011

fue ajeno, luego hermoso y ajeno, y más allá, dejaba de ser suelto y de nadie.
ahora mío. un recuerdo tan propio, que era enorme.
y doblé hasta hacerlo compacto.
preciso, no chiquito,
para que nadie vea,
porque sólo mío,
de nadie más,
ajeno.